Sosteniblidad también significa reutilizar, aprovechar elementos preexistentes en lugar de emplear de nuevos. En este caso el proyecto realizado por GMG ha permitido transformar en vivienda el antiguo pajar de una casa de pueblo, cerca del Pirineo aragonés.

El criterio de la rehabilitación ha sido respetar al máximo las preexistencias, conservando las paredes de piedra, recuperando las aperturas originales, y añadiendo un altillo en el mismo lugar donde antiguamente había un forjado de vigas de madera.

El tejado y las carpinterías de las ventanas son nuevas, con materiales actuales que proporcionan un buen grado de aislamiento. Pero como no se modifican las paredes de piedra vista existentes ni el volumen construido, desde el exterior la intervención pasa desapercibida, integrándose totalmente con los edificios del entorno.

En cambio el interior consigue, con muy pocos elementos, la funcionalidad necesaria para que este espacio hasta ahora en desuso vuelva a ser utilizable. Los principales materiales de construcción empleados, la madera y la piedra, contrastan con el nuevo equipamiento de la vivienda (módulos de cocina, electrodomésticos, chimenea) de acabado metálico, que han sido pensados como elementos autónomos, independientes de la edificación.

Desde GMG entendemos que reciclar el tejido urbano existente siempre es preferible que ocupar más suelo con edificaciones de nueva planta, porque urbanísticamente es más sostenible tanto desde el punto de vista ambiental (se evita ocupar espacio libre, y por tanto se conservan sus valores naturales), económico (no hay extender las redes y servicios, y por tanto hay un ahorro de recursos) y social (ocupan edificaciones existentes que en caso contrario quedarían en desuso).

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