Las recientes modificaciones aprobadas por el Ministerio de Industria en materia de energía eléctrica, son una vuelta de tuerca más de las compañías y el gobierno central para intentar reducir al máximo el “déficit tarifario” de las grandes eléctricas que curiosamente, año tras año cierran con jugosos beneficios.

Estas modificaciones introducidas en la Orden IET/1491/2013 del 1º de Agosto, revisan al alza los peajes de acceso a la energía y determinadas tarifas de las instalaciones de régimen  especial a partir del segundo trimestre del año en curso.

A modo de resumen y aún cuando se intente disfrazar la nueva subida con reducciones del precio de la energía (término variable), este aumento a nivel doméstico y terciario implica un crecimiento exponencial de la factura eléctrica que pueda llegar hasta el 151%.

Hasta la aprobación de la orden, el reparto del término fijo (potencia) y el término variable (energía) era de apenas un 20%-80%. Con el actual cambio esta proporción es 35%-65%, y por tanto, las compañías comercializadoras, garantizan que una parte muy importante de la factura no se vea afectada ante el cada vez más creciente interés de todos por ahorrar energía. Es decir, que aunque ahorres energía al máximo, implantes soluciones novedosas de eficiencia energética y/o sistemas con energías renovables, hay una parte muy significativa de la factura que en condiciones normales no podrás bajar y es la que se corresponde a la potencia que tienes contratada.

Sería una gran sorpresa que el proceso de reducción de potencia sea un camino fácil. Hemos de partir de la premisa de que a las compañías esto no le interesa. Por tanto se ha de disponer de toda la información técnica y legal para no encontrarnos perdidos en los laberintos burocráticos que tanto caracterizan a estas empresas.

Desde GMG estamos trabajando en múltiples proyectos en comunidades de propietarios, establecimientos comerciales, edificios de oficinas, establecimientos industriales, instalaciones domésticas, instalaciones de alumbrado exterior, etc. donde la prioridad es reducir la potencia contratada hasta los mínimos valores necesarios, con las mínimas inversiones e intentando que nuestros clientes no sufran los tortuosos y agotadores procesos impuestos por las compañías.

El procedimiento que seguimos es el siguiente:

• Medición y análisis de la demanda máxima del consumidor. Este estudio se realiza en todas las franjas horarias en aras de determinar en qué períodos se puede bajar más la potencia contratada. Durante este proceso se estudian además otros elementos como la energía reactiva, la tipología de las luminarias, activación, motores eléctricos, armónicos, etc.

• Estudio de las acometidas y la tipología de conexión que tiene el usuario contratado con la compañía. Esto es muy importante porque el alcance de la modificación a realizar en la instalación dependerá   de si la conexión es directa o indirecta.

• Análisis económico de las inversiones requeridas para reducir la potencia. Estudio de los períodos de amortización (en los proyectos realizados hasta ahora la media es de ocho a diez meses).

• Ejecución de las correcciones requeridas en la instalación. Cambio del ICP, cambio del IGA, instalación del dispositivo de sobretensiones, modificaciones en los esquemas de conexión de los contadores, etc.

• Nueva legalización de la instalación. Este proceso es requerido por las compañías en aquellas reducciones de potencia donde el valor final se mantenga por encima de los 20kW. Tramitación en Industria de los nuevos boletines, participación en las inspecciones, si proceden, y certificación final de la instalación.

Una vez concluido este proceso, que como se puede apreciar puede ser muy laborioso, podremos seguir intentando ahorrar energía, con la tranquilidad de que a partir de este momento, si somos responsables pagaremos menos.

 Douany Casate Arias. Director de Ingeniería GMG

Barcelona, 12 de Noviembre de 2013

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